ANOTACIONES SOBRE LA CONFIANZA Y EL RESPETO – ALFREDO DE SANJUAN JIMENEZ

Muchas veces en el Trabajo hemos escuchado que una de las técnicas más eficaces para avanzar en el desarrollo de la conciencia y evitar con ello la nociva expresión de emociones negativas, es la puesta en práctica de la consideración externa.

Previo a la exposición de los temas motivo de esta breve disertación, creemos pertinente establecer con la mayor claridad posible que es tanto la consideración interna como la externa y determinar posteriormente cuál sería su relación con la confianza y el respeto.

Empecemos por la consideración interna. La consideración interna no es otra cosa que una compleja relación yoíca, que básicamente consiste en una serie de apreciaciones netamente subjetivas, que crean la ilusión de lo que cada ser humano estima que “se merece o no se merece” o bien cuando se establecen las supuestas “deudas” que la vida tiene con cada quien. Al tratarse de un grupo de yoes, no es fácil de identificarlos ni atacarlos de forma individual de manera eficaz. En ese tenor, la única defensa efectiva que existe es su contraparte, la consideración externa. La consideración externa se construye también como un entramado de yoes, pero de yoes especializados que se han venido formando desde el Trabajo, por llamarlos de alguna manera, los denominaremos como “yoes cuartocamineros”. Redes neuronales nuevas tejidas a partir de las tres líneas de trabajo:

1.- Sobre sí mismo.
2.- Sobre y con la gente.
3.- Sobre y con la vida.

En el primero de ellos, además de la observación de sí, es menester la no identificación, la meditación objetiva y la no expresión de emociones negativas, tomando como base el que debe ser nuestro único significado de vida: crecer y desarrollarnos como espíritus.

Al tratarse como ya se dijo, de un cúmulo de yoes que intervienen en una relación compleja, para derrotar a la consideración interna, se requieren de todas las “armas” que nos proporciona el conocimiento del Cuarto Camino, por ello además del trabajo sobre sí mismo, tiene que aplicarse sobre y con la gente, sobre la gente, es en el aspecto general, con todas aquellas personas que no se encuentran en el Trabajo y con la gente, será con las personas pertenecientes a la escuela o bien con aquellas que se encuentren en el Trabajo, en este aspecto, deberá serse muy cuidadoso, pues las observaciones que realice un compañero en relación con otro o hacia otro, NO DEBERÁ PRODUCIR SENTIMIENTO O REACCIÓN DE OFENSA ALGUNA, me explico, si yo le digo a Juanito que está cayendo en estado de ira y él no lo logra observar en sí mismo, no deberá ofenderse ni reclamar cosa alguna y viceversa, con lo que se logra de forma evidente una mayor comprensión.

Más allá de ello y como tercer paso, la vida misma nos ofrece un campo fértil de observación, línea de trabajo que deberá ser objeto de ejercicios de no identificación y de sinceridad consigo mismo, pues no hay que olvidar que como Gurdjieff dijo, “El nivel de Ser, atrae el nivel de Vida”, es decir, que si la vida nos ha impactado con determinados eventos de la más diversa índole se debe al nivel de ser en el que nos encontramos, ejemplo, muchos nos quejamos de no tener dinero suficiente para satisfacer distintas necesidades, pero porque no nos preguntamos porque no lo tenemos,

¿Estaremos dando el cien por ciento? ¿Estaremos administrando correctamente nuestros recursos? Siendo sinceros, nunca hemos dado el cien por ciento de nuestra capacidad y mucho menos hemos realizado esfuerzos adicionales en nada.

Si esto es así, viendo nuestro nivel de vida en todos los aspectos, podremos darnos una idea de nuestro nivel de ser, sé que esto al principio esto es un fuerte impacto que no todos resisten, pues acostumbrados como estamos a echarle la culpa a la vida y a medio mundo de lo que nos acontece es difícil de aceptar, pero como verdad objetiva que es, esto es así, nos guste o no nos guste en el sentido de que los únicos responsables de los que nos ocurre, psicológicamente hablando, somos nosotros mismos.

En muy pocas palabras, podemos decir que la consideración externa se reduce a lo dicho por Jesús hace más de dos mil años, “No juzguéis para no ser juzgados.” Es decir, se trata ponernos en el lugar de nuestro semejante. (Ver Lucas 6:37 y Mateo 7:1 a 7:5)

Si esto es verdaderamente comprendido, quien lo hace empieza a generar una fuerza distinta y a realizar esfuerzos conscientes que redundarán en un incremento de su nivel de ser, lo demás vendrá por añadidura. Es aquí donde se puede ligar a la confianza, pero no una confianza común y corriente.
Si partimos de la idea de que la gran mayoría de los seres humanos, somos entidades mecánicas, los que nos encontramos en el Trabajo o quienes desean sinceramente entrar a él, debemos comprender que bajo ese esquema NADIE SABE LO QUE HACE, YA QUE REACCIONA EN LA VIDA DE ACUERDO A LO QUE LE DICTA SU FALSA PERSONALIDAD, lo que evidencia en un principio que SI NO ES POSIBLE CONFIAR EN NOSOTROS MISMOS, YA QUE NO SABEMOS LO QUE HACEMOS, ES MÁS QUE IMPOSIBLE QUE CONFIEMOS EN OTRA ENTIDAD IGUAL A NOSOTROS.

Si como resultado del trabajo sincero sobre nosotros mismos a través de esfuerzos conscientes, nos es posible desarrollar nuestra conciencia, estaremos entonces en la posibilidad de lograr poco a poco UN MAYOR GRADO DE CONFIANZA EN NOSOTROS MISMOS, ya que estaremos preparados para ACTUAR CONSCIENTEMENTE ANTE LOS EVENTOS DE LA VIDA. Por tanto vemos que la confianza lejos de ser un acto exterior que involucra a otra persona, es un ESTADO DE CERTEZA DE SÍ, en la nada tienen que ver los actos o hechos de otra persona para que confiemos o no en ella.

Efectivamente, la confianza se gana, pero se gana solo desde el punto de vista individual. Dicha confianza, más adelante y con más trabajo interior, se transformará en FE. La confianza de sí, es entonces el paso previo para arribar al ESTADO DE FE EN SI MISMO, entendida la fe, como de manera objetiva la define Pablo en el libro de los Hebreos: “Es pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.” (Ver Hebreos 11:1)

Pero ¿Por qué decimos que la confianza se relaciona con la fe? Para ello es necesario remontarnos a la etimología de la palabra confianza. Veamos, esta palabra está constituida de tres partes:

El prefijo con que significa todo, junto, como un conector con las siguientes partes.

La raíz fi del verbo fiar, que a su vez viene del latín fidere, confiar y este a su vez de fides, fe.

Por último, el sufijo anza, que en resumen atiende a la cualidad de seguridad o certeza.

De tal forma, que bajo esta perspectiva, se desprende que la confianza es una cualidad de una persona que tiene total seguridad o certeza en relación con algo o alguien.

Visto lo anterior, podemos decir que una persona que ha generado FE EN SI MISMO, NO NECESITA CONFIAR EN NADA O EN NADIE, PUES LA FE EN SÍ MISMO, SE HA CONVERTIDO YA EN EL SOPORTE DE SU PROPIA EXISTENCIA Y ESTO LE PERMITE A SU VEZ RESPETAR A TODO Y A TODAS LAS COSAS, INCLUIDO POR SUPUESTO A SUS SEMEJANTES.

Esa fe a su vez, le lleva de forma lógica a considerar externamente en todo momento y a esto es a lo que Gurdjieff se refería cuando mencionó que se debían de respetar a todas las religiones. Dicho de otra manera, el respeto consiste en considerar externamente y este a su vez es el escalón preliminar para arribar al estado de amor consciente.
Vemos entonces que confianza y respeto, como todas las ideas del Cuarto Camino, no pueden verse de forma aislada sino como parte de un todo orgánico.

¿Quieren ejemplos claros de consideración externa y de estado de amor consciente?

Recordemos que poco antes de que Jesús muriera en la cruz, dijo: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.” Así también, estableció la máxima de “Amaos los unos a los otros como yo os he amado”, que trasladado a las ideas del Trabajo, pudiera quedar como Considérense externamente los unos a los otros, como yo os he considerado externamente. Obvio que esta es una de las acepciones que se pueden obtener de esta frase, ya que en ella también va implícita la del amor consciente.

Así pues desconozco las razones por las que alguien que actualmente da conferencias públicas en temas relacionados con el desarrollo psicológico y espiritual de las personas, específicamente tratándose de las relaciones de pareja, ha manifestado abiertamente que dentro de las mismas lo más importante es la confianza y que la confianza debe ser ganada por la pareja en relación con la otra, cuando como ha quedado demostrado, la confianza sí se gana, pero sólo desde la perspectiva netamente individual, no en relación con algo o con alguien.

Me atrevo a pensar, que lo ha hecho de esa manera para poder integrar la idea de la confianza como base de una relación de pareja exitosa, lo que tal vez para los que reciben esas ideas, les sea suficiente para hacer llevaderas sus relaciones de pareja desde el punto de vista externo, más no así, desde el punto de vista del desarrollo interno de cada persona, ya que esa idea como tal, tiene conclusiones correctas, pero parte de premisas inacabadas, que acaban por asentar en quienes las reciben ideas equivocadas sobre el desarrollo espiritual.

En este caso, como en cualquier otro de la misma naturaleza, lejos de emitir un juicio en contra de cualquier persona, solo se plantean los hechos objetivos correspondientes y será de la estricta responsabilidad de quienes exponen dichas ideas, las consecuencias benévolas o adversas que éstas lleguen a generar en sus receptores ya sea por la aplicación o inaplicación de las mismas en su vida cotidiana.

Alfredo Gerardo De Sanjuan Jiménez.
Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*