Habla de Alimentos Nuevos. El primer milagro que relata es el milagro del agua convertida en vino, en unas bodas. El vino representa un Alimento Nuevo, no un alimento natural, sino algo que tiene que ser hecho según un procedimiento muy complicado. El vino es el jugo de la fruta que ha sido «fermentado», lo cual significa que ha adquirido una fuerza nueva por haber muerto. El agua se encuentra naturalmente, en un manantial. El vino tiene que ser hecho inteligentemente, por los hombres, para su propio uso. Todo un capítulo habla de Pan, Carne, Sangre «Porque pan de Dios es aquél que ha descendido del cielo, y que da la vida al mundo». Dijéronle ellos: «Señor, danos siempre ese pan.» A lo que Jesús respondió: Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí, no tendrá hambre, y el que cree en mí, no tendrá sed jamás». Los discípulos querían que „se les diera el pan. Jesús en el acto responde: «Yo soy el pan». Esto es algo muy difícil; no pueden comprender. Piden un regalo. Jesús contesta: «El que viene hacia mí, no tendrá hambre, y el que cree en mí, no tendrá sed jamás». Venir significa un progreso, un avance paso por paso. Creer significa un trabajo para combinar la Imaginación, la Razón y la Voluntad en un poder equilibrado que sea la Fe. La Fe no es una emoción. Jesús les dijo: «En verdad, en verdad os digo, que si no comiéreis la carne del Hijo del hombre, y no bebiéreis su sangre, no tendréis vida en vosotros… Porque mi carne verdaderamente es comida, y mi sangre es verdaderamente bebida.» La carne y la sangre son Alimentos Nuevos. El Alimento es otro nombre del Poder. Estamos encerrados dentro de poderes de los cuales no nos damos cuenta. No podemos «comer» o «beber» porque no funcionan las facultades con las cuales podríamos absorber estos poderes y utilizarlos. Somos como esponjas secas dentro del agua. El agua no puede penetrar dentro de las esponjas porque están muertas. Comer la carne y beber la sangre significa ser hecho una parte activa y viviente dentro de una gran fuerza como un glóbulo rojo en la sangre, que extrae vida del alimento que un hombre come y hace nueva vida de él. «Quien come mi carne y bebe mi sangre, en mí mora, y yo en él.» En mí mora, y yo en él, significa ser admitido dentro de una conciencia nueva. San Juan da nuevo significado a la palabra Luz: En el principio era el Verbo, y el Verbo estaba en Dios, y el Verbo era Dios… Por él fueron hechas todas las cosas; y sin él no se ha hecho cosa alguna de cuantas han sido hechas. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y esta luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no la han recibido.» La luz es la base de toda la vida en la tierra. Vibraciones de energía y poder viajan en la luz. Todas las formas materiales están atravesadas por ella, como las cuentas de un hilo. «Y esta luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no la han recibido.» las tinieblas significan la forma maquinal de vivir. La tierra está cercada y envuelta por una gran llamarada de radiante poder. El mismo poder está guardado dentro de cada forma viviente, esperando un choque que lo ha de libertar. «Las tinieblas no lo han recibido.” Recibir significa admitir dentro de sí y utilizar. Somos Tinieblas mientras actuamos maquinalmente. Vida con poder fluye a nuestro derredor, pero no podemos admitirla dentro de nosotros y utilizarla. La Luz es Alimento. Cada animal, cada planta y piedra extrae algo de la luz, y no podrían vivir sin ella.
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