COLECTIVIDAD E INDIVIDUALISMO PSICOLÓGICOS (Simbolismo de la película Matrix) CUARTO CAMINO

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En el orden cósmico hay determinadas posibilidades e imposibilidades. En el nivel del Ser-Humano, como individuo, existe la posibilidad de ser consciente, inteligente, creativo e independiente psicológicamente, entre otras cualidades. La masa humana, en contraste, es inconsciente, se mueve por instinto, es imitativa y dependiente absoluta de influencias externas para activar sus movimientos, tanto psicológicos como materiales. Es relativamente fácil observar este fenómeno. Como ejemplo tenemos lo siguiente: el progreso médico del mundo humano, aunque lo usamos prácticamente todos, no lo hemos inventado todos, sino solamente un pequeño número de personas, y en la gran mayoría de ocasiones, solamente una de ellas tuvo la idea de la posibilidad de la creación de la vacuna. Éste es un ejemplo mundano, pero nos ayuda a entender que entidades individuales pueden lograr cosas que las masas no.

Es preciso mencionar que las características de la humanidad en conjunto se replican al nivel de una sola persona, sin embargo también es importante resaltar que se da la posibilidad de «escapar» de esta ley a un individuo; así como una gota de agua es capaz, en determinadas condiciones, de escapar de la Ley de Gravedad, de la cuál una cascada jamás lograría liberarse. Debido a esta posibilidad es crucial el Trabajo sobre SÍ; ya que al realizarlo correctamente, se logra cierto grado de individualismo psicológico, es decir, se logra una real independencia psicológica, haciendo a un lado las influencias que someten a las grandes masas humanas. Una persona con experiencia en el trabajo interior puede permanecer en un estado anímico óptimo, sin depender de causas ajenas a él.

La humanidad en conjunto jamás tendrá la posibilidad de evadirse de estas influencias. Una de las razones que fomenta esta casi necesidad de identificación de un individuo con las grandes masas es una especie de sentimiento de comodidad ante el no sentirse solo, de estar acompañado, aún en la desgracia; ya que es totalmente aborrecible para alguien sentirse sólo… ¡aún en lo benévolo!. Observémonos en tales situaciones y notaremos muy claramente este fenómeno.

 

 

«Tiene un problema con la autoridad, señor Anderson. Cree que es alguien especial, que a usted las reglas no le conciernen. Obviamente se equivoca. Está empresa es de las mejores del mundo porque cada empleado entiende que es parte de un todo; y si un empleado tiene un problema, la compañía tiene un problema…»

En el fragmento de la película se nota a un Neo con cierta «desobediencia» a las leyes de su empleo en una empresa. Incluso le atrae más la atención ver a los limpia-ventanas que al regaño que recibe por llegar tarde (Neo es el símbolo de la esencia humana, que es una entidad totalmente individual) y su actitud representa que, debido al grado del nivel de Ser que ha alcanzado, siente la necesidad de separarse de ese «todo» (símbolo del colectivo) y sus «reglas que ya no le conciernen».

Al ir derribando todos nuestros errores con el trabajo interno (y externo por añadidura) vamos a notar como la dependencia se transforma en libertad, paz e independencia reales. Por desgracia casi nadie conoce estos estados y por eso se prefiere seguir por el camino más cómodo; porque de conocer lo que conlleva el ser individual, jamás se querría volver a ser del colectivo.

La dependencia psicológica se asemeja a ser como un inválido, el cuál depende de todo mundo hasta para la más pequeña de las necesidades… ¿cómo nos sentiríamos viviendo así? Pues así es vivimos si es que dependemos de algo externo a nosotros para satisfacer alguna inquietud… SOMOS UNOS INVÁLIDOS PSICOLÓGICOS. Pero con el trabajo sobre nosotros mismos, llevado a cabo correctamente, se desarrollará la capacidad de independizarnos de los eventos externos, que en apariencia, determinan nuestros estados anímicos. Esta independencia psicológica entonces, se compararía a que un inválido se levante de su silla de ruedas y ande por si mismo, logrando así satisfacer sus propias necesidades, sin depender de nadie más que de si mismo; gracias al individualismo psicológico, fruto del trabajo interno.

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