COMPRENSIÓN, TRABAJO Y MEMORIA TRABAJO – (Maurice Nicoll)

publicado en: Cuarto Camino, Maurice Nicoll | 0

Maurice NicollEn el siguiente Comentario me referiré a la memoria-Vida, a la Memoria del Trabajo, y a la Memoria-Trabajo. Estableceré asimismo una breve cone­xión entre la Memoria-Trabajo y aquello de lo cual se habla tan a menudo en el Nuevo Testamento, que se llama Fe, y que nunca es mencionado en el Antiguo Testamento.

 

Para trazar la distinción entre la memoria del Trabajo y la Memoria-Trabajo:cuando se escucha por primera vez la enseñanza del Trabajo, se lo recibe en el Centro Formatorio.

El Centro Formatorio es la división externa del Centro Intelectual. Aquí se forma la memoria del Trabajo. Es la parte de la mente que se usa cuando en la escuela se aprende una materia cualquiera.

EL TRABAJO DEBE CAER ANTES QUE NADA EN EL CENTRO FORMATORIO. ESTO ES, ES PRECISO APRENDERLO COMO CUALQUIER OTRA MATERIA.

 

Algunas personas, al escuchar el Trabajo, lo “sienten emocionalmente”, pero no lo siguen mentalmente. No aprenden el Trabajo, y de resultas de ello no tienen una memoria apropiada del Trabajo. Casi nada queda registrado en su Centro Formatorio.

A menudo ni siquiera se les ocurrió que tienen que aprender el Trabajo en el mismo sentido en que aprenden cualquier otra cosa.

*Piensan que la valuación emo­cional es suficiente.

*Permanecen toda la vida en una confusión y todas las cosas carecen de sentido sencillamente porque carecen de una base intelectual.

 

A veces personas que son muy capaces de aprender el Trabajo intelectual­mente por alguna razón no intentan hacerlo. Supongamos que una persona ha alcanzado una buena captación intelectual de diversas partes del Trabajo, pero no lo “siente intelectualmente”. Entonces queda meramente en su memoria, como el “talento que fue enterrado en la tierra”. Se le dio un talento que no convirtió en dos. Contesta las respuestas de la misma manera que lo haría en un examen. LA RAZÓN SE DEBE A QUE NO PENSÓ ACERCA DEL TRABAJO O QUE NO APLICÓ EL TRABAJO A SÍ MISMO, SINO QUE SE CONTENTA CON RECORDAR TODO CUANTO ESCUCHÓ ACERCA DE ÉL.

 

Ahora bien, tal hombre no com­prende el Trabajo. Su memoria del Trabajo no se ha convertido en Memoria-Trabajo; sigue siendo “formatoria” y por eso está junto a su memoria de los asuntos-vida, de su tarea y de otras cosas semejantes. ESTÁ EN LA DIVISIÓN EX­TERNA DEL CENTRO INTELECTUAL. De tal persona se podría decir: “Sí, parece conocer el Trabajo, pero al parecer no lo comprende”.

 

MIENTRAS EL TRABAJO SÓLO ESTÉ EN LA DIVISIÓN EXTERNA DEL CENTRO FORMATORIO NO VERÁ SU SIGNIFICADO, PERO SI EMPIEZA A APLICAR EL TRABAJO A SI MISMO SU MEMORIA DEL TRABAJO SE DESPLAZARÁ INTERIORMENTE HACIA LAS DIVISIONES INTERNAS DE LOS CEN­TROS. Entonces comenzará a tener una Memoria-Trabajo personal debido a que experimenta la acción del Trabajo en sí mismo. Ya no está más junto a su memoria de las cosas pertenecientes a su memoria-Vida.

Cuando esto sucede su memoria del Trabajo ya no está más al mismo nivel que, digamos, su profesión. No puede crecer al mismo nivel. Esto es, cuando el Trabajo “cae al costado del camino” tal como lo señala la Parábola del Sembrador y la Semilla. La Semilla es el Trabajo, y si cae al costado del tráfico de las cosas-vida y permanece allí, no se desarrollará. Las ideas no crecerán en el hombre, y no pueden hacerlo. Si tiene una buena memoria del Trabajo, dirá a la ca­rrera las palabras tal como las aprendió, y no según una Memoria-Trabajo. De hecho, no será capaz de responder a las preguntas salvo de una manera “estereotipada”, “desvirtuada”, desde la memoria. Mientras que si las contestase desde su comprensión sus réplicas nunca serian estereotipadas, y conducirían fuerza.

Ahora bien, si un hombre al mismo tiempo piensa el Trabajo y lo aplica a sí mismo, su memoria del Trabajo cambia porque se convertirá ahora en memoria de sus experiencias. Cuando ha comenzado a aplicar el Trabajo a si mismo empieza a ver cómo se aplica a él. La ubicación de su Memoria-Trabajo pasa entonces hacia el interior, como se dijo, y eventualmente llega a las divisiones interiores de los centros donde la comunicación con los Centros Superiores es posible. Recibe ayuda desde dentro.

Entonces comienza a ver el Trabajo y su significado. Empieza también a tener lo que es llamado un punto en el Trabajo. CUANDO SE COMPRENDE ALGO SE LO RECONOCE. 

 Se puede ver que una cosa es así tanto con la comprensión como con los sentidos. Del mismo modo que se ve que una naranja está sobre la mesa con nuestros sentidos se ve con la comprensión que una cosa es verdadera. Pero las dos clases de “ver” están en escala por completo diferente. Si se pudiera ver con la comprensión que una cosa es verdadera se reconocería su verdad así como se ve con los sentidos que una naranja está sobre la mesa y se reconoce que es así.

Si nunca se ve con la comprensión que todo cuanto enseña el Trabajo es verdad, no se cree en el Trabajo y nuestra Memoria-Trabajo es de una clase muy curiosa. No nos ayudará. Estará sobre todo compuesta de dudas y negaciones. Se ha cerrado la puerta por nuestra actitud al Trabajo.

Ahora bien, si se ha abierto la puerta al Trabajo y se ha empezado a ver algunas de las verdades que enseña acerca de uno mismo y acerca del significado de la vida, nuestra Memoria-Trabajo estará a un nivel mucho más alto que nuestra memoria formatoria del mismo. Estará mucho más alto —esto es, será mucho más interior— porque ya no está más al costado del camino mezclada con la memoria-Vida, sino que ha comenzado a creer en un buen suelo.

Cuando esto es así, cuando se recuerda acordarse del Trabajo y se lo emplaza en la mente nos ayudará. Se sentirá que la fuerza fluye en nosotros. No se necesitará tener fe en el Trabajo ni tratar de creer en él.

Todo lo que se ha comprendido del Trabajo y cuya verdad se ha visto por sí mismo, se reunirá para convertirse en una fuente de energía, cuya fuerza será tan grande que, eventualmente, cuando se la despierte, nos levantará por encima de todas las cosas mezquinas que de ordinario nos preocupan (todos nuestros agravios, nuestros estados negativos, nuestras ansiedades y cuitas, nuestros sentimientos de soledad, nuestra auto-conmiseración y amargura, nues­tros celos, nuestros desengaños, y nuestra existencia caótica y dislocada).

ESTO SE DEBE A QUE EL TRABAJO ESTÁ POR COMPLETO INTERRELACIONADO Y PONE ORDEN EN EL CAOS. Ahora nos será posible recordamos a nosotros mismos entrando en nuestra Memoria-Trabajo. Pero si la memoria del Trabajo sólo está en el Centro Formatorio no nos será posible recordamos a nosotros mismos de esa manera.

¿No han aprehendido que el Trabajo fue ideado para penetrar en las divisiones interiores de los centros una vez que se lo recibe y crecer en ellas, de modo que gradualmente se ve cada vez más significado hasta en las más sencillas formulaciones contenidas en su enseñanza?

 

NO OBSTANTE, EL TRABAJO DEBE CAER ANTE TODO EN EL CENTRO FORMATORIO, Y SU PRIMERA MEMORIA DEBE ESTAR ALLÍ LO MÁS CLARAMENTE POSIBLE.

*La primera dificultad finca entonces en que las gentes nunca aprenden el Trabajo y nunca logran una correcta memoria formatoria del mismo.

*La segunda dificultad estriba en que las gentes no piensan acerca del Trabajo ni lo aplican a sí mismas.

*La tercera dificultad es que no pueden ver, o no quieren ver, con su comprensión, verdad alguna en el Trabajo. De ello resulta que no pueden penetrar en las partes más inte­riores de los centros porque no es aceptado.

*La cuarta dificultad radica en que a no ser que se forme una apropiada Memoria-Trabajo no se recibe ayuda alguna de él.

Si se ha tratado el Trabajo de una manera desdeñosa, nos tra­tará similarmente. Nuestra relación con el Trabajo y la suya con nosotros son recíprocas. UNA MEMORIA-TRABAJO APROPIADA SE CONSTRUYE A LO LARGO DE MUCHOS AÑOS. Sólo lo que es sincero y genuino puede entrar en su formación.

LO COMPONE TODO AQUELLO QUE HEMOS OBSERVADO Y CUYA VERDAD HEMOS VISTO Y RECONOCIDO INTERNAMENTE. SE ORDENA POR SÍ MISMO—PORQUE LAS COSAS PSICO­LÓGICAS DE CALIDAD SIMILAR SE REÚNEN POR SÍ MISMAS EN EL MISMO NIVEL—.

Posee existencia propia. Cuando se entra en esa memoria especial, se conoce que posee su propia existencia independiente, y que es muy diferente de las cosas-vida y las memorias-vida. Está en otro nivel. Se ve por qué hemos de dejarnos aplastar por las memorias-vida, por qué no hemos de identificarnos con ellas, por qué no hemos de poner el sentimiento de yo en ellas, en especial en las cosas tristes, negativas o amargas.

 

SE ENTIENDE QUE ESTA MEMORIA-TRABAJO ES LO QUE CONTIENE TODAS NUESTRAS INTUICIONES INTERIORES PASADAS, TODA NUESTRA AUTO-OBSERVACIÓN PASADA, TODOS NUESTROS MOMENTOS DE TRABAJO PASADOS Y TODAS NUESTRAS EXPERIENCIAS DE LA VERDAD VISTA Y COMPRENDIDA POR NOSOTROS MISMOS, Y ESTA ES LA COSA MÁS PRECIOSA QUE HEMOS CREADO Y POSEEMOS. ES POR ESO QUE EL TRABAJO ENSEÑA QUE LA COMPRENSIÓN ES LA FUERZA MÁS PODEROSA QUE PODEMOS CREAR.

Y SE EMPIEZA A SENTIR EL PODER QUE CONDUCE, QUE PUEDE ELEVARNOS POR ENCIMA DE LOS MALES DE LA VIDA, GRANDES Y PEQUEÑOS, SE TIENE UNA VISLUMBRE, CREO, DEL SIGNIFICADO DE LA PALABRA TRADUCIDA POR FE, QUE ES LA VERDAD QUE ES VERDAD, Y NO LO QUE NOS DICEN QUE ES VERDAD.

Porque el Trabajo no es una religión. No es una doctrina. No es una fe que exige una ciega obediencia y así mantiene cautiva a la comprensión. Por el contrario es liberar y abrir la comprensión que ahora puede desarro­llarse, otorgándonos una fuente de nuevos y crecientes significados e intui­ciones a medida que pasa nuestra vida física.

PERO ESTO SÓLO PUEDE TENER LUGAR CUANDO SE COMIENZA A PERCIBIR LA VERDAD DE LO QUE ENSEÑA CON LA PROPIA COMPRENSIÓN. LES ASEGURO QUE ESTE FACTOR ES DESCUIDADO POR MUCHAS GENTES QUE SE IMAGINAN ESTAR EN EL TRABAJO.

MAURICE NICOLL
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