Dentro de los confines de la atmósfera terrestre,
hay tres clases de emanaciones:
Las del sol,
las de la tierra,
y las de los planetas.
Un hombre es el resultado de la interacción de las emanaciones planetarias,
y de la atmósfera terrestre, con materias de la tierra.
El ser humano está conformado por distintos elementos,
provenientes del sol, de los planetas, de la atmósfera terrestre o de la tierra.
Cuando muere un hombre,
cada una de sus partes
regresa a su fuente de origen:
El sol,
Los planetas,
La atmósfera terrestre, o
La tierra.
Si el hombre logra cristalizar un cuerpo interior antes de morir,
este puede continuar viviendo después de la muerte del cuerpo físico.