El funcionamiento de la fábrica que, podemos entender, es el organismo humano, es igual al del esquema del acumulador y subacumuladores interconectados.
Al respecto, Ouspensky cita a Gurdjieff: “Además, hay en el organismo una gran acumulador, que alimenta a los pequeños. Los acumuladores pequeños están conectados entre sí y cada uno de ellos está conectado con el centro más próximo, lo mismo que con el gran acumulador”.
Gurdjieff nos advierte que en nuestras actividades diarias, sean intelectuales, emocionales o motrices, nos servimos de las energías de los pequeños acumuladores, de uno en uno, que se van vaciando y siendo rellenados por los otros, o por el gran acumulador. Cuando en nuestra actividad, uno de los pequeños se vacía, es que nos sentimos cansados.