LA CIENCIA OBJETIVA (G.I.Gurdjieff).

publicado en: Cuarto Camino, G.I.Gurdjieff | 0

image“El propósito de los mitos y de los símbolos legados desde la antigüedad por los hombres que hubieran alcanzado la «Ciencia Objetiva» y que han querido mantener este conocimiento verdadero, solo puede ser alcanzado por los ‘Centros Superiores’ que deben ser activados en el hombre, para lo cual procuraron transmitir las ideas de esta Ciencia -inaccesible a su razón ordinaria-, bajo formas tales que no puedan ser interpretadas equivocadamente. Los mitos están destinados al centro «emocional superior»; los símbolos, al centro «intelectual superior». Por este hecho, todos los esfuerzos emprendidos para comprender o explicar, con la razón solamente, los mitos, los símbolos, así como también los «aforismos» que dan un resumen de su contenido, están predestinados al fracaso.

Siempre es posible comprender todo; pero en cada caso es necesario el centro apropiado. La preparación, sin la cual no es posible recibir las ideas de la «Ciencia Objetiva», debe hacerse por medio del pensamiento, pues solamente un pensamiento bien preparado puede transmitir estas ideas a los ‘centros superiores’, sin introducir en ellas elementos ajenos.
Los símbolos están divididos en fundamentales y secundarios: los primeros comprenden los principios de diferentes ramas de la ciencia; los segundos expresan la naturaleza esencial de los fenómenos en su relación a la unidad.

Entre los aforismos que dan un resumen del contenido de numerosos símbolos, el siguiente tiene una importancia particular: «como arriba así abajo» — primeras palabras de la Tabla Esmeralda de Hermes Trismegisto. Todas las leyes del cosmos pueden ser encontradas en el átomo o en cualquier otro fenómeno que existe como algo realizado conforme a ciertas leyes. El mismo sentido puede ser encontrado en la analogía establecida entre el microcosmos — el hombre, y el macrocosmos — el universo.
Las leyes fundamentales de las tríadas y de las octavas penetran todas las cosas, y deben ser estudiadas simultáneamente en el hombre y en el universo.

Pero el hombre es para sí mismo un objeto de estudio y de ciencia más cercano y más accesible que el mundo de los fenómenos que le son exteriores. Por consiguiente, si se esfuerza por alcanzar el ‘conocimiento del universo’, el hombre debe comenzar por estudiar en sí mismo las leyes fundamentales del universo.
Desde este punto de vista, otro aforismo: «Conócete a ti mismo», toma un sentido particularmente profundo; es uno de los símbolos que llevan al conocimiento de la verdad.
Así el estudio del mundo y el estudio del hombre se sostendrán el uno al otro. Al estudiar el universo y sus leyes, el hombre se estudiará a Sí mismo, y al estudiarse a sí mismo, estudiará el universo. En este sentido, cada símbolo nos enseña algo sobre nosotros mismos.

G.I.Gurdjieff

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