LA FE – CUARTO CAMINO

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La Fe, es un estado de certeza, de convicción, por causa de la comprobación de lo que se observa. Si la Fe es mecánica (provocada desde lo externo), es estupidez debido a que todo lo asociamos subjetivamente, desde la mentalidad adquirida. Si se admite la idea sembrada que, por ejemplo, una persona con carrera universitaria es más valiosa que una que no la tiene, y además observamos que el trato de la gente para con esta persona así lo hace notar, (se comprueba desde lo que se ve externamente), estamos basando nuestros puntos de vista desde una creencia estúpida, pero en buena medida se comprueba a través de lo que observamos en la vida.

La Fe emocional es esclavitud porque no nos permite ir más allá de nosotros mismos a voluntad. No tiene nada de equivocado en si mismo el estudiar una carrera, sino el error está en la enfermiza necesidad de hacerlo para «valer» ante una sociedad, y éste hecho se comprueba y refuerza emocionalmente al sentir emociones como el orgullo, entre otras. Si se tiene un logro, entonces se siente muy bien…mientras que si fracasa, se siente mal, y esto se comprueba al sentirse así en cada caso, y no puede escapar de ello… por eso es esclavitud.

La Fe consciente es muy diferente. Ésta es el fruto de conocernos a nosotros mismos. Si conocemos el funcionamiento exacto de la maquinaria mental, podemos manejarla a voluntad para desecharar las funciones indeseables. Esto lo podemos comprobar internamente a través de la Observación de SÍ, en cada ocasión que se lleva a la práctica el Trabajo; al anular imágenes mentales basura y al relajar la tensión muscular para recobrar la paz durante un estado alterado, ¿a caso no se comprueba su eficacia íntegramente? ¿a caso no se forja la certeza y convicción de que puede ser capaz de controlarse a si mismo cuando tenga la voluntad de hacerlo? Estos pueden ser esfuerzos aparentemente pequeños, (como un grano de mostaza) pero son producto de un estado de consciencia de sí, son reales, y éstos pueden crecer enormemente en medida que va acrecentando el auto-conocimiento, y por tanto, la Fe.

Así, con Fe consciente se deja de ser esclavo de las grabaciones cerebrales, que se mueven de la única forma estrecha que les es posible, para ser libre de ejercer paulatinamente control sobre si mismo.

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