LA INVISIBILIDAD DE UNO MISMO (Maurice Nicoll) Parte 6  

publicado en: Cuarto Camino, Maurice Nicoll | 0

Maurice NicollLa búsqueda de los hechos comenzó con el estudio del mundo fenomenal, del mundo exterior, o sea con la ciencia. Hizo que la verdad pareciese estar tan sólo fuera de nosotros, en los hechos acerca de la materia. Trató de hallar el principio básico del universo, la solución de las interrogantes que sugería y su descubrimiento, en algo externo, en el átomo, creyendo que así todo quedaría ‘explicado’ y que todo seria descubierto, y que la fundamental causa del universo y de cuanto contiene, quedaría al desnudo. Todo fue sometido al peso y la medida.

Comenzó el tratamiento de los fenómenos. Predominó una sola manera de pensar, una manera que, partiendo de lo visible, se dedicó únicamente a lo que puede calificarse de verdad exterior y que concernía particularmente a la cantidad.

El pensamiento antiguo, el pensamiento pre-cientifico, se dedicó principalmente a la calidad. Si vemos al hombre como únicamente el cuerpo físico, es una cantidad infinitesimal de materia en un universo material. Si lo tomamos como una cantidad conmensurable en un universo de cantidades conmensurables, el hombre queda eliminado de la escena. Tratemos de concebir su masa en comparación con la masa de la Tierra! Desaparece.

De suerte que el pensamiento cuantitativo acerca de nosotros mismos y del universo, como el partir de lo visible, de lo demostrable y pesable de las cosas, es orientarse hacia la propia aniquilación como individuos.

El hombre está compuesto de cualidades, y éstas no se prestan a ninguna medida ni a ningún tratamiento matemático, a menos que sea ficticio. Es imposible decir de un hombre que su valor es igual a x y que su capacidad de afecto es igual a y, representándolo mediante símbolos matemáticos. Con el creciente predominio de la verdad ‘externa’ sobre la ‘interna’, todo lo que verdaderamente pertenecía al hombre comenzó a verse como secundario, como lo irreal. Y el principal y verdadero campo de investigación quedó así circunscrito a lo que existe fuera de la mente del hombre, en el mundo exterior.

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