No puedes dar un cuarto paso sin haber dado tres antes.
No puedes actuar conscientemente sin haberte encarado a tus reacciones mecánicas.
Un hombre es capaz desde el principio, de parar reacciones automáticas negativas, como resultado del recordarse y observarse a si mismo.
Al inicio de la autoobservación,
vemos que somos seres cambiantes,
donde nuestros humores y estados de animo fluctúan todo el tiempo sin control.
Para hablar de evolución o desarrollo interior, tenemos que partir de una realidad;
Conocernos tal como somos,
no como hemos imaginado que somos.
Descubrir que nos hemos formado una imagen de nosotros mismos, por observarnos
a través de unos lentes que deforman las cosas.
Necesitamos una óptica nueva.
De que sirve darnos cuenta
que no somos el centro del universo,
si seguimos actuando como si lo fuéramos.
Algo tiene que cambiar en nuestra comprensión.
Hugh Ripman