Lo que ocurre o lo que puede ocurrimos depende de una u otra de estas tres causas: el accidente, el destino o nuestra propia voluntad.
Tal como somos nos encontramos casi completamente a merced del accidente. No podemos tener destino en el verdadero sentido de la palabra, así como no podemos tener voluntad. Si tuviésemos voluntad, por este solo hecho seríamos capaces de conocer el futuro. Porque nos sería posible el construir nuestro futuro, y hacerlo tal como lo queremos. Si tuviésemos un destino, podríamos también conocer el futuro porque el destino corresponde al “tipo”. Si se conoce el tipo entonces su destino también puede conocerse, es decir, a la vez su pasado y su futuro.
Pero los accidentes siguen siendo imprevisibles. Hoy día un hombre es de una manera, mañana es diferente; hoy día le sucede una cosa, mañana otra… Sólo se puede predecir el futuro de hombres. El futuro no puede ser predicho para máquinas locas. Su dirección cambia en cada momento. En un momento dado una máquina de éstas va en una dirección, y ustedes pueden calcular a dónde puede llegar, pero cinco minutos más tarde ésta se precipita en una dirección completamente diferente y todos sus cálculos probarán ser falsos. Asimismo, antes de hablar de predecir el futuro es necesario saber de quién se trata. Si un nombre quiere prever su propio futuro, debe ante todo conocerse a sí mismo. En seguida verá si le vale la pena conocer su futuro. En ocasiones tal vez le será preferible no conocerlo.
ESTO PARECE PARADÓJICO, PERO TENEMOS TODO EL DERECHO DE DECIR QUE YA CONOCEMOS NUESTRO FUTURO: SERÁ EXACTAMENTE IDÉNTICO A LO QUE HA SIDO NUESTRO PASADO. NADA PUEDE CAMBIAR POR SÍ SOLO. Y en la práctica, para estudiar el futuro, uno tiene que aprender a notar y recordar los momentos en que conocemos realmente el futuro y en que actuamos de acuerdo con este conocimiento. Tendremos así la prueba de que realmente conocemos el futuro. Esto es sencillamente lo que pasa en los negocios, por ejemplo. Todos los buenos comerciantes conocen el futuro, de otro modo sus negocios quebrarían.
En el trabajo sobre sí, es necesario ser un buen comerciante, un hombre de negocios avispado. No vale la pena conocer el futuro sino cuando un hombre puede ser su propio amo.
Deja una respuesta